La monarquía hispánica y el náhuatl
Como ya sabrán, me encanta el náhuatl. Traduzco del náhuatl al inglés, doy clases de náhuatl en la universidad, escribo obras originales en náhuatl.
Pero hay algo que probablemente no sabían: la enorme influencia que el náhuatl ejerció sobre todo México y América Central no se debe solo a la expansión de la Triple Alianza (“el Imperio Azteca”). Tampoco puede explicarse completamente por el elevado estatus de esos aliados de España, los tlaxcaltecas, a pesar de que esa nación de habla náhuatl ayudara a establecer múltiples asentamientos en el extremo norte de Nueva España.
No, una tercera nación desempeñó un papel crucial en la expansión del náhuatl después de la conquista.
España.
Para entender las condiciones que llevaron a esta política lingüística, consideremos el Colegio de Santa Cruz. Establecido por los franciscanos en agosto de 1533 — construido en Tlatelolco, en el sitio de un antiguo calmécac o escuela aristocrática mexica — fue la primera universidad europea en las Américas. Su objetivo era preparar a los jóvenes indígenas para el sacerdocio, y sus estudiantes fueron instrumentales en el trabajo etnográfico de Bernardino de Sahagún, quien intentaba preservar lo que podía de la cultura nahua (azteca).
En el colegio, los sacerdotes usaban tres idiomas para enseñar: español, náhuatl y latín. Durante los 70 años que existió, la institución produjo pensadores indígenas multilingües que pasaron a dar forma a las esferas religiosas…